Marcial Guerra Lopéz nació en la selva peruana en el seno de una familia de curanderos tradicionales que se remonta a muchas generaciones.
Parte de su conocimiento fue transmitido de pequeño por su padre (Don Pedro Guerra) directamente a él. Obtuvo un mayor conocimiento tanto a través de su abuelo materno, así como a través de años de experiencia en la selva.
Además, ha incorporado en repetidas "dietas" sus conexiones espirituales con los espíritus de las plantas y su poder.
En su campo Sama Yunka, Marcial trabaja con su conocimiento, para ayudar tanto a las personas que lo rodean como a los visitantes de Europa. El acompaña a las personas, en sus preocupaciones individuales, con un afectuoso cuidado y con mucho humor.
Además, por causa de la deforestación de la selva tropical, el aboga incansablemente, por
rescatar las plantas medicinales de la extinción, plantándolas en su propiedad.